Hace un cierto tiempo
que evaporaron sueños y recuerdos.
Recuerdos que se van,
como vinieron.
Echadme sal en las heridas
y así podré llorar,
al fin, llorar.
Alfiler, alambre, espina, la
vida.
Ayer, compré
un billete de ida
a mis abocadas lágrimas,
envasadas,
durante años,
Hoy, apostaré
mi debilitado cuerpo
al todo o nada.
Jamás fui bueno
en el juego.
Agota cada bocanada.
Agonizar en mi lecho,
una cama para dos,
solo, solos yo y Sufrimiento.
No hay calor,
sí hay dolor
de subsistir sin sentimientos.
Morir
después de muerto,
y, aún así,
seguir sufriendo,
pútrido y descompuesto
cuatro metros bajo el suelo.
Escrito
en SANT BOI DE LLOBREGAT, diciembre 2012.
Adaptación a poesía de la canción CUATRO METROS BAJO EL SUELO en EL PRAT,
diciembre 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario